lunes, 5 de noviembre de 2012

Albán

Debido a mi trabajo siempre escuché hablar mucho de Albán. Gracias a que su nombre empieza por la letra A, es muy común que encabece los listados de sitios que toca atender y tener en cuenta en los proyectos que se emprenden al interior de la empresa en la que laboro.
 
Albán es un municipio cerca de Bogotá ubicado a las afueras de la ciudad camino al occidente. Es un sitio particular porque allí empieza el descenso a tierras más cálidas para finalmente llegar al valle del río magdalena (no si antes subir algunos altos más).
 
Desde que escuché que la ABO (Asociación Bogotana de Ornitología) había trabajado en el municipio e identificado sus aves, tuve las ganas de ir a conocer y recordar que ya había pasado por esas tierras en otros quehaceres, pero sin duda que apenas lograría captar su belleza cuando fuera de visita a ver pájaros y admirar sus paisajes.
 
Y así fue, salimos desde muy temprano el sábado para ver las aves de este pueblo andino en compañía de Sergio. Hubo otros invitados a la pajareada pero por razones de último minuto no pudieron asistir.
 
El viaje no pudo arrancar mejor. Aún en la carretera, luego del alto de la tribuna, vimos a lo lejos un majestuoso nevado. El cielo estaba despejado y pudimos ver un pico blanco que dedujimos se encontraba en la cordillera central. Nieve, ¡sí!, ¡nieve en nuestras tierras! Que regalo enorme de la naturaleza. Especulamos con Sergio y concluimos se trataría del Nevado del Tolima. Más tarde nos daríamos cuenta que en realidad se trataba del Nevado del Ruíz.
 
Nevado 2
Nevado del Ruíz visto desde la carretera Bogotá - Albán
 
No teníamos muy bien la dirección de cómo llegar al sitio. Sergio ya había ido pero no se acordaba muy bien del ingreso. Nos apoyamos en mapas y cartillas de la ABO para tratar de averiguar la forma de llegar, sin embargo, no parecería fuese a ser exitoso ya que la información era escasa y difusa. Afortunadamente al llegar al sitio mi compañero se acordó del acceso y no tuvimos problemas en llegar.
 
Tomando la carretera que conduce a Albán, a unos 44 kilómetros del límite impuesto por el río Bogotá, se encuentra la entrada a una vereda llamada María Alta perteneciente al municipio de Albán. Un par de kilómetros más adelante por el carreteable de la vereda, se encuentra la entrada al sendero que llaman “Peñas del Aserradero”.
  
Entrada al sendero
Entrada al sendero "Peñas del aserradero"

La pajareada arrancó un poco floja. No vimos muchas aves al inicio del camino. A medida que avanzábamos nos dimos cuenta que el sendero estaba en muy buenas condiciones. Es un camino hecho en piedra caliza y cemento de un poco más de un kilómetro con algunos sectores sin completar pero de fácil andar.

Empezamos a ver aves de un momento a otro: Azulejo montañero (Thraupis cyanocephala), Tangara azul y negra (Tangara vassorii), Montero ojiblanco (Chlorospingus flavopectus), Abanico cariblanco (Myioborus ornatus), Clarinero escarlata (Anisognathus igniventris) entre otras más. La alegría me invadió y supe que el día sería maravilloso y que cada vez se iba a poner mejor.
 
Chlorospingus flavopectus 2
Chlorospingus flavopectus

Al llegar aun sitio en lo alto vimos una pequeña planicie con muchos árboles jóvenes. Sin duda se trataba del proceso de restauración que estaba adelantando la CAR en la zona. Eran árboles nativos que ya son refugio para aves pero que en el futuro lo serán para muchísimas más. La misma naturaleza nos estaba avisando que debíamos volver ya que en varios años sería muchísimo más espectacular su disfrute.

Cerca de este alto vimos la estructura de observación de aves de la ABO. Lamentablemente, nos dimos cuenta que el cartel que daba indicaciones adicionales estaba caído. Era evidente que había sido arrancado de sus bases y dejado a un lado para que la corrosión acabara con él. Una escena muy triste. Es el único sitio de los que he visitado en que hemos visto esta situación.

Seguimos pajareando y la cosa fue mejorando. Escuchamos una bandada que se acercaba pero no sabíamos la dirección destino porque los árboles eran muy grandes. Decidimos parar en un sitio claro con la esperanza de que los pájaros llegaran a este punto y pudiéramos verlos. Se trataba de un árbol enorme con todas las condiciones dadas para apreciar la belleza de las aves que, ojalá, se posarán allí. Tuvimos suerte y la bandada mixta pasó por ese árbol en su trasegar. Vimos tangaras, picaflores, abanicos y colibríes. Lo más sorprendente fue ver, justo en frente de nosotros, el hermoso Aglaiocercus kingi (Silfo coliverde) macho. Es un colibrí con la cola larga de color azul púrpura y verde, el pico corto y la frente de un verde bastante brillante.
 
Aglaiocercus kingi
Aglaiocercus kingi
 
Luego de unos minutos más de caminata llegamos al mirador que finaliza el recorrido del sendero. Es un bonito mirador en donde se pueden apreciar algunas veredas de Albán, el municipio de Villeta y el Nevado del Ruíz (a esa hora ya no era apreciable). Estando en el sitio más alto del recorrido escuchamos el llamado de una rapaz. Miramos rápidamente y allí estaba volando encima de las montañas y de nosotros. Era de color negro con una franja blanca en la cola. Estaba tan alta que no pudimos verla mejor. Solo pudimos tomarle una foto que no adiciona más información pero confirma la que teníamos. Sergio logró grabar el llamado para identificarla en los próximos días.

Durante el recorrido de vuelta decidimos salirnos del camino principal y tomamos un camino por el bosque. Era un camino con una pendiente pronunciada y tierra suelta. Entramos persiguiendo el sonido de un ave que no lográbamos identificar. La memoria sonora le falló a mi compañero pero de tanto perseguirlo vimos que se trataba de un Atrapamoscas (Myiodynastes chrysocephalus).  Este desvío nos llevó nuevamente a la zona en reforestación, no sin antes ver al Cuco Ardilla (Piaya cayana), al Inca Buchidorado (Coeligena bonapartei) y escuchar muy cerca de nosotros al Tororoi Comprapan (Grallaria ruficapilla). Fue una lástima no poder ver a este último ya que lo tuvimos a pocos metros de nosotros (los pajareros saben lo difícil que es ver a esta especie).

Como la mañana nos había rendido bastante ya que apenas eran las diez y media, decidimos recorrer la vereda para conocerla. Tomamos el carro y anduvimos algunos kilómetros más en dirección desconocida. A medida que avanzábamos, nos dimos cuenta que al margen derecho de esta carretera estaba la reserva de la CAR en que habíamos estado. La reserva es grande y colinda con otros bosques menos densos y algunos potreros de cría de ganado. En nuestro avance cruzamos un par de quebradas muy bonitas que surten de agua a las fincas falda abajo.
 
Están tan bien preservados los márgenes de esta carretera que decidimos bajarnos y pajarear un rato por ésta. Es una carretera bastante tranquila. En las casi dos horas que estuvimos por allí, solo pasaron dos automóviles, una moto y un grupo de campesinos arreando su ganado.
 
Recomiendo esta carretera para pajarear. Puede ser un sitio complementario al sendero tradicional que todos visitamos. Durante nuestro recorrido vimos muchas aves en una gran bandada: Aglaiocercus kingi, Vireo leucophrys, Anisognathus igniventris, Patagioenas fasciata, Dendroica fusca, Pyrrhomyias cinnamomeus, Wilsonia canadensis, Adelomyia melanogenys entre otros.
 
Myioborus ornatus 2
Myioborus ornatus

Nos despedimos de Albán con una gran sonrisa porque todo salió de maravilla. Vale la pena volver en muy poco tiempo y en varios años cuando la naturaleza haya hecho su trabajo y el bosque recién sembrado esté más crecido y sirva de albergue a muchas aves. Sin duda alguna ahora puedo decir que conozco a Albán un poco más y no solo en listados enormes de sitios en donde toca trabajar.
 
 
Listado de aves registradas durante la pajareada (54 en total)
Bubulcus ibis
Coragyps atratus
Patagioenas fasciata
Piaya cayana
Glaucidium jardinii (registro auditivo)
Colibri thalassinus
Heliangelus exortis
Adelomyia melanogenys
Aglaiocercus kingi
Metallura tyrianthina
Coeligena torquata
Coeligena bonapartei
Ocreatus underwoodii
Aulacorhynchus prasinus
Picoides fumigatus (registro auditivo)
Synallaxis subpudica (registro auditivo)
Synallaxis azarae (registro auditivo)
Cranioleuca curtata
Grallaria ruficapilla (registro auditivo)
Scytalopus latrans (registro auditivo)
Elaenia frantzii
Mecocerculus leucophrys
Pyrrhomyias cinnamomeus
Zimmerius chrysops
Myiotheretes striaticollis
Mionectes striaticollis
Myiodynastes chrysocephalus (registro auditivo)
Hemispingus frontalis
Tyrannus melancholicus
Vireo leucophrys
Orochelidon murina
Troglodytes aedon
Henicorhina leucophrys (registro auditivo)
Turdus fuscater
Thraupis cyanocephala
Anisognathus igniventris
Tangara vassorii
Tangara nigroviridis
Conirostrum rufum
Diglossa albilatera
Diglossa caerulescens
Diglossa cyanea
Chlorospingus flavopectus
Zonotrichia capensis
Atlapetes albofrenatus
Atlapetes pallidinucha
Piranga rubra
Dendroica fusca
Wilsonia canadensis
Myioborus miniatus
Myioborus ornatos
Basileuterus nigrocristatus
Icterus chrysater
Sturnella magna (registro auditivo)

No hay comentarios:

Publicar un comentario