miércoles, 24 de abril de 2013

Cazadores de luz

Desde hacía un tiempo andaba en la búsqueda de un curso sobre fotografía. La oferta es enorme por Internet y bastante amplia de manera presencial. El curso que soñaba no era para retratar caras, objetos, cuerpos, composiciones artísticas y mucho menos fiestas familiares. No, el curso que soñaba era para fotografiar vida silvestre y si tenía más suerte aún, pájaros.
 
Qué sorpresa me llevé cuando recibí un correo que ofertaba un curso de fotografía de aves. Era justo lo que había soñado y era ofrecido por un muy buen fotógrafo que comparte varias de sus mejores tomas en la Internet. Se trataba del fotógrafo y pajarero Daniel Uribe. El curso sería en la ciudad de Manizales, famosa por ser un centro internacional para los amantes de las aves.
 
Una vez alistado todo, me desplacé a la ciudad de Manizales por avión. El presagio era bueno pues el clima fue benevolente con mi sueño y el avión pudo salir de Bogotá y aterrizar en Manizales sin contratiempos. Desde el primer día quedé enamorado del sitio. Me hospedé en un hotel sencillo y muy bonito que queda sobre la antigua carretera al Parque Natural Los Nevados. La atención de la familia que me atendió en el Ecohotel Camino del Ruiz fue excelente y lo recomiendo ampliamente como plan familiar o para el avistamiento de aves en la región.
 
El primer día del curso salí por la madrugada a dar una vuelta alrededor del jardín del hotel para ver y fotografiar las aves del lugar. ¡Qué maravilla de aves encontré! En solo hora y media disfruté de picaflores, golondrinas, carpinteros, colibrís, semilleros y reinitas.

Diglossa albilatera
Diglossa albilatera @Ecohotel Camino del Ruíz
El curso arrancó como estaba planeado en el Auditorio de los Termales Tierra Viva a las ocho en punto de la mañana. Luego de presentarnos y expresar nuestras expectativas, compartimos nuestros equipos con todos los compañeros y discutimos sobre equipos y accesorios para la fotografía de aves. Entre lentes, cuerpos y trípodes Daniel arrancó con sus enseñanzas y consejos claves: “el trípode es el mejor amigo del fotógrafo”, “no dañes la óptica de tu lente con un filtro protector de 30 dólares” y “protege tu lente con su parasol”, fueron tres de los ejemplos que más resonaron en el auditorio del hotel.
 
Una vez superada la etapa de teoría de fotografía básica y el almuerzo, nos dirigimos al Recinto del Pensamiento a nuestra primera sesión práctica. Uno de los lugares de este parque está dedicado a las aves. Es una hermosa casa en un alto rodeada de árboles, plantas, flores de varios colores y algunos bebederos que atraen decenas de colibrís. Me esforcé para lograr buenas fotos sin éxito alguno. Entre la teoría que rondaba mi cabeza, la dificultad para modificar parámetros de la cámara y el uso de un trípode prestado, fui incapaz de realizar buenas fotos merecedoras de ser compartidas en la red. Creo que había salido de la zona de comodidad en que me encontraba y estaba aprendiendo nuevas cosas que sin duda mejorarían la calidad final de mis fotos. Me sentí un poco frustrado.

Colibri
Boissonneaua flavescens @Recinto del Pensamiento
De vuelta al aula de clase, avanzamos en la teoría y al final descargamos las fotos tomadas durante el primer día en la sesión práctica. Mis compañeros tomaron varias fotos muy bonitas mientras que yo a duras penas logré un par de baja calidad.
 
Para el segundo día el profesor nos hizo una propuesta sobre la sesión práctica. Nos ofreció elegir entre hacer la práctica en los bosques cercanos al hotel o subir al páramo camino del Parque Natural Los Nevados. La decisión fue casi unánime: subir al páramo. La única condición era madrugar un poco y empezar a subir a las seis de la mañana, algo que estuvimos de acuerdo en cumplir los doce participantes del taller.
 
A las seis y cuarto de la mañana estuvimos listos para subir al páramo. Arrancamos nuestro camino entre curvas, camiones, neblina y la expectativa de si encontraríamos un clima apropiado o nos encontraríamos con uno adverso. Tomamos la carretera que conduce a Bogotá y nos desviamos por la que conduce al Parque. Por esta carretera mucho menos transitada, avanzamos un par de kilómetros hasta que vimos que nuestro guía y profesor se detuvo en una casa de campo rodeada de árboles y flores propios del bosque alto andino. Nos imaginamos que ese era el lugar para desayunar a lo que Daniel respondió con un tajante “no”. En este sitio nos aclimataríamos un poco antes de emprender la última subida y llegar al páramo.
 
Entre Pinches, Cucaracheros de Páramo, Semilleros, Gorriones y dos temblores del Volcán Nevado del Ruiz, realizamos nuestra segunda práctica de campo. Sí, mientras estábamos en la segunda práctica de campo vivimos el temblor del volcán a pocos kilómetros de éste. Fueron dos eventos sísmicos de 3.8 y 4.0 de magnitud, asociados al desprendimiento de roca dentro del volcán.
Cistothorus apolinari 3
Cistothorus platensis @PNN Los Nevados
Sentimos un fuerte crujir y movimiento en nuestros pies. No nos asaltó el pánico pues nos favoreció estar por fuera de alguna estructura o edificación hecha por el hombre. Seguimos nuestra sesión práctica sin tener certeza de qué había ocurrido.
 
Llegamos a desayunar a un paraje a 4.000 metros sobre el nivel del mar. La señora que nos atendió estaba un poco consternada por los temblores y nos dijo que nunca había sentido un movimiento tan fuerte en sus veinte años de vivir en la zona. Esa noticia nos sorprendió un poco pero no había razón para no continuar nuestro recorrido, así que decidimos continuar el mismo.
 
Pasado el susto y con la barriga llena, Daniel nos contó una anécdota muy bonita cuya moraleja es que los fotógrafos son cazadores de luz y que por ende debíamos buscar la mejor luz del páramo para de esta forma lograr buenas fotografías.
 
Buscamos alejarnos de la espesa bruma que rodeaba el paraje en donde desayunamos y fue así como llegamos a la entrada del Parque Natural Los Nevados. Allí nos divertimos buscando y tratando de fotografiar Colibrís, Canasteros, Semilleros y Tororois. La habilidad de Daniel para ubicar a las aves nos ayudó estar cerca de ellas y así mejorar las fotos que vinimos a buscar con las nuevas técnicas aprendidas.

Grallaria quitensis
Grallaria quitensis @PNN Los Nevados
Bajamos del páramo y finalizamos el curso con una última sesión práctica y compartiendo las mejores fotos que habíamos tomado los participantes. Logramos varias fotos muy bonitas que cada uno compartió al grupo entre risas y anécdotas vividas durante el fin de semana. Sin lugar a dudas fue un curso muy fructífero para todos y que vale la pena recomendar a otros interesados en este bonito pasatiempo de ver y fotografiar aves. Sueño cumplido.

Álbum completo de fotos en Flickr

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